Los problemas sociales se suscitan cuando se antepone el despilfarro a la política prudente y a las finanzas sanas. Cada peso que se destine a mantener actividades inútiles del aparato estatal, es un peso menos que economiza el mercado, es un peso menos de capitalización, es, en definitiva, un peso menos para los ingresos del pueblo que se traducen en salarios de menor poder adquisitivo.